Várices

¿Qué son las várices?

Las várices son dilataciones anormales de venas subcutáneas. La patología varicosa se presenta fundamentalmente en las extremidades inferiores.

Esto se debe a que la sangre de las venas de las piernas debe retornar al corazón contra la gravedad, lo que, sobre un contexto de antecedentes familiares de várices, favorece la dilatación de las venas subcutáneas.

Las várices no tienen ninguna relación con accidentes cerebrovasculares ni infartos. Existen muchos mitos y malos entendidos acerca de esta patología tan común.

La mayoría de las veces, las várices en las piernas son “alimentadas” por una vena principal,que puede ser la vena safena interna, que va desde el tobillo a la ingle; o la vena safena externa que va desde el tobillo hasta detrás de la rodilla.

El manejo ideal en un paciente con várices debe incluir el tratamiento de estas venas principales y la extirpación de las várices visibles.

El tratamiento tradicional consiste en la extirpación de esta vena principal (safenectomía), lo que puede provocar hematomas en el muslo y pierna, con una recuperación postoperatoria de unos 10 a 15 días.

Actualmente, lo más moderno para el tratamiento de las várices es la “termo obliteración” de la vena safena, que es el equivalente a cauterizarla y así eliminarla. Se realiza a través del uso de 2 técnicas: láser y radiofrecuencia.

El procedimiento consiste en el mismo principio descrito: tratar esta vena madre, pero la diferencia radica en la forma de hacerlo.

Se introduce en la vena safena un dispositivo que su extremo tiene el láser o radiofrecuencia. Luego, se va retirando lentamente con el dispositivo, funcionando de tal manera que la vena se va quemando y secando a la vez, quedando completamente ocluida (sin flujo). Una vez que se ocluye la vena principal, se procede a extirpar las venas varicosas distribuidas en la pierna, lo que se hace a través de micro incisiones, en las cuales ni siquiera es necesario poner puntos.

Con el uso de láser y radiofrecuencia, la recuperación postoperatoria en nuestros pacientes operados de várices ha mejorado dramáticamente, pudiendo muchos de ellos operarse con anestesia local, irse el mismo día de la operación a su casa y volver al trabajo dentro de un periodo mucho más corto comparado con el tratamiento clásico.

¿Cómo evitarlas?

  1. Mantener un peso adecuado: es imposible tratar los síntomas varicosas si la persona tiene sobrepeso. Además, con sobrepeso, no indicamos cirugía.

  2. Hacer ejercicio físico regular: si no se estimula el retorno venos por la contracción muscular de las pantorrillas, no habrá beneficios.

  3. Reposar con las piernas en alto al menos dos veces al día: el retorno venoso en esta posición se ve favorecido por la gravedad. Así, se reduce la congestión en las venas de las piernas.

  4. Uso de medias elásticas compresivas: es la medida más importante. Su uso produce una diferencia de presión desde el tobillo hacia arriba que favorece el drenaje venoso. Así, se reducen síntomas, se mejora el retorno venoso y se previene la aparición de nuevas várices.

Endoláser para combatir las várices

El tratamiento actual de las várices también ha tendido a la menor invasividad. El uso de una fibra láser por dentro de las venas saneas con el fin de sellarlas y evitar lo traumático de extraerlas “a la fuerza” permite una recuperación notablemente más rápida y excelentes resultados estéticos.

La fibra óptica con un láser en su extremo se introduce a través de una punción en la pierna, usando un catéter de menos de 2 mm de diámetro. El sellado de la vena safena se produce gracias al calor que genera el láser.

El procedimiento se hace en pabellón de operaciones y con anestesia regional (desde la cintura hacia abajo) más sedación. Usted no recordará nada desde el momento en que sea administrado el sedante. En todo momento habrá un anestesiólogo resguardando sus parámetros vitales durante la cirugía.

El paciente es dado de alta al día siguiente, con una medias de alta compresión y se cita a control en una semana, momento en el que ya podría estar retomando una vida completamente normal.